EL CAMBIAZO

Una pareja piurana está preparando el divorcio, y dice ella:
-Yo me quedo con el nene, José…
-Y este le responde ¡gua? ¿Y eso por qué?
-Pues porque es mío, no tuyo… -dice ella.
-¡Pero si tampoco es tuyo! -contesta el piurano.
-¡Cómo que no! ¿Y quién lo parió? -pregunta ella.
-No sé… ¿Tú te acuerdas el día que nació, estando en la posta medica, que se ensució y me dijiste que lo cambiara?
-Sí…
-Pues.. ¡Lo cambié!

LA CLINICA

A un piurano lo atropella un autobús, y toda la gente se aglomera alrededor de él. El piurano, delirando, dice:
-¡Inclínenme, inclínenme!
Y la gente lo inclinaba, pero el piurano seguía gritando:
-¡Inclínenme, inclínenme!.
La gente ya no sabía cómo ponerlo, y el piurano dice lanzado un estertor:
-¡Si no hay una clínica, hospitalícenme carajo!

EL RELOJ Y EL BAÑO
El piurano le muestra a un amigo un reloj que le regalaron:
-¡Mira esto!… Mira qué reloj me mandó mi primo: da la hora, los minutos, los segundos, la fecha.
Tiene alarma, cronómetro, tiene linterna y radio.
-¡Excelente, compare, cuántas cosas! -le dice el amigo.
-Sí, y mi primo me dijo que me podía bañar con él, pero no encuentro el botón para que tire agua.

EL PINGUINO
En Piura se encuentran Venancio y Juan, pero éste último llevaba un pingüino de la mano, y Venancio le pregunta:
-Oye Juan, ¿pero qué haces con ese pingüino?
-Pues nada, que me lo he encontrao, y no sé qué hacer con él.
-Si serás tonto, Juan, ¿por qué no lo has llevao al zoológico?
-compare, pues qué buena idea.
-Hoy mismo lo llevo al zoológico.
-Al día siguiente se vuelven a encontrar, pero Juan sigue con el pingüino, por lo que Venancio, extrañado, le pregunta:
-¿Qué ha pasado contigo, no habías dicho que llevarías al pingüino al zoológico?
-Compare, pues lo he llevao, y nos hemos divertido tanto, que hoy nos vamos al circo.

EL BRUTO DEL CHORIZO
Un piurano tenía una fábrica de chorizos y estaba enseñando a su hijo cómo funcionaba.
-Hijo, si metes un burro por este agujero, pasará por esta máquina y saldrán por aquí los chorizos.
El hijo luego de pensar un rato le pregunta:
-”Paa” ¿y si meto un chorizo por este agujero, entonces saldrá un burro por el otro?
-¡No! nooo… nooo…; metes un burro por acá, pasará y saldrán por aquí los chorizos.
-¡Ahhh…!; entonces, meto el chorizo por acá y por allá saldrá un burro!!!
Desilusionado, el padre responde:
-No, hijo, no… el único agujero al cual le puedes meter un chorizo y sale un burro, lo tiene tu madre.